¡Hola salaos y salás, enamoraos y enamorás! Cuantos corazoncitos y flores y bombones estoy viendo yo por redes sociales. Hoy sólo se habla del amor y amor y más amor y de cuánto queréis a vuestras parejas. ¡Os como!
Pero yo no voy a hablar de ese tipo de amor. Considero que hay varios tipos de amores y, afortunadamente, yo los tengo todos; el de mi familia, mi chico, mis amigos,... y amor en lo que hago.
De eso quiero hablaros hoy. Lo que os traigo hoy no es una sesión nueva, ni mucho menos. ¡Es la primera sesión de fotos que hice "casi en serio"! Y digo casi en serio porque ya había usado mi cámara y moneado con ella pero en modo P. Vamos, ¡que no tenía ni idea de usarla! haha.
Aquella vez tenía miedo de no saber exponer bien la luz y quedar, a los ojos de las que estábamos, como una tonta con una cámara de fotos (cosas de crías... porque al final estaban más pendientes de cómo tenían el pelo que de qué trasteabas yo con la cámara) Pero lo cierto es que yo salí de esa sesión totalmente satisfecha, realizada. Con la sesación de querer eso siempre. Esa rutina: Pensar lugares, poses, estilismos, buscar atrezzo, preparar el equipo, indicar a la modelo, llegar a casa, hacer café y ver los resultados, seleccionar las fotos, editarlas, mandarlas y recibir las gracias y la opinión de la persona fotografiada.
A día de hoy sigue siendo más o menos así. Más o menos porque hay pequeños gestos, en general, que desmotivan e irritan. No me quiero centrar en ellos ahora. Lo que cuenta es que he ido comprendiendo todo y que, aun con rabietas y desmotivaciones, lo que más me merece la pena de mi trabajo es es el momento en el que, al acabar la sesión, yo muestro algunas fotos al modelo y veo sus sonrisas y su cara de agradecimiento. Algunas las recuerdo todavía junto con las palabras bonitas. Compensa todo lo malo. Por eso amo lo que hago.
Y bueno, después de esta interminable charla (también tengo derecho a ponerme ñoña de vez en cuando) os dejo las imágenes. He de decir que la primera vez que las edité no eras así, me ha dado vergüenza y risa ver las perrerías que hacía a algunas fotos. Cada una con una tonalidad, encuadres extraños... Bueno bueno, un locurote. Prometo enseñaroslas pronto y así nos reímos todos.
Que tengáis todos los días tanto amor como hoy, y que no se os olvide amar también lo que hacéis.
muy cierto linda! el amor no solo es de pareja , hay muchos y el amor por lo que uno hace es uno de los más importantes :) feliz día
ResponderEliminar